Ayer por la tarde fuimos de nuevo a Huelva para llevar a cabo uno de nuestros talleres. En esta ocasión pusimos a prueba nuestro ingenio. Con una pregunta tan extraña como útil para seguir avanzando, comenzamos el juego...
Todos quedaron expectantes y desconcertados al principio...
Poco a poco fueron hilando. De la pregunta llegaron a un libro, del libro a un bolígrafo con un mensaje, del bolígrafo a una silla al revés... Y así hasta llegar al final: una llamada telefónica al Centro Nacional de Adivinanzas para resolver una.
Un verdadero placer contar con vosotros, ¡trasplantados y familiares dotados de ingenio y habilidad!